lunes, 23 de julio de 2012

Umbrales en "Youkali. Revista crítica de las artes y del pensamiento" nº 13






CONVERSACIÓN...
...a propósito de
Peripecias de la Brigada Poética en el reino de los autómatas, 
de Alberto García-Teresa

 En la encrucijada del microrrelato, el poema en prosa y la crónica periodística ficcional, siempre con la poesía como horizonte, Peripecias de la Brigada Poética en el reino de los autómatas (Asociación Umbrales, Madrid, 2012) nos presenta las aventuras de un grupo de personas que, contra toda lógica utilitarista y mercantilista, ofrecen nuevas formas de observar y vivir la realidad. Su autor nos recuerda, así, que aún es posible revitalizar nuestra existencia y que la creatividad aplicada y la poesía concebida como intervención poética son una vía posible y disponible. A propósito de ello, hemos conversado con el propio Alberto.

P. Acaba de salir tu último libro Peripecias de la Brigada Poética en el reino de los autómatas... Un libro especialmente estimado por ti y que no está escrito recientemente, ¿no es así? Cuéntanos qué es exactamente Peripecias de la Brigada Poética en el reino de los autómatas.

R. Los textos de la Brigada Poética empezaron a surgir hace seis años. En 2008 saqué una pequeña plaquette para regalarla entre amigos, Las increíbles y suburbanas aventuras de la Brigada Poética, meses antes de que se publicara mi primer poemario, Hay que comerse el mundo a dentelladas (Baile del Sol). No tenía pretensiones, pero el material funcionaba especialmente bien en los recitales. De hecho, al año siguiente se le concedió el Premio Ignotus de la AEFCFT (Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror) en la categoría de mejor obra poética con contenido fantástico editado el año previo. La gente me animaba a seguir trabajando en esa línea, y finalmente armé un volumen completo, este Peripecias de la Brigada Poética en el reino de los autómatas, que recupera una veintena de piezas de las cuarenta de aquella plaquette y que profundiza en su línea en las más de ochenta nuevas.

Verdaderamente, no sé con exactitud en qué género encuadrar estos breves textos. Pienso que se ubican en la encrucijada del microrrelato, del poema en prosa, incluso del aforismo, y la crónica periodística ficcional. Se trata de notas sobre acciones de intervención poética de la realidad, en las que se plantean tácticas de guerrilla urbana que emplean materiales poéticos en pos de una vida digna, justa y consciente. En esencia, responden a una concepción de la poesía como herramienta de transformación social, como complemento a la militancia social y política. Pienso que la poesía contiene elementos para canalizar estrategias de lucha antagonista, y la Brigada Poética investiga esa línea. Considero que la poesía nos puede enseñar a mirar de una manera desveladora, penetrante, detenida, que atraviese la superficie y la apariencia de las cosas y de los hechos, en una sociedad donde se nos quiere hacer creer que vivimos en un escaparate. También a ganar en atención, cualidad indispensable para adquirir sentido crítico en una realidad donde impera, alentada por el Poder, la construcción de ficciones, lo espectacular y lo inconexo.

Del mismo modo, opino que la poesía nos obliga a respirar de otra forma, de manera más pausada, más consciente de sí misma y también de nosotras/os mismas/os como sujetos. Con ello podemos escapar de las dinámicas de la velocidad impetuosa que nos marca el capitalismo, que considera obsoleto todo lo que no es inmediato y que no deja espacios para la reflexión, para ejercitar ese citado pensamiento crítico que pudiera revelar el horror y la deshumanización que genera el sistema. Parece mentira que alentar el vitalismo resulte insurgente, pero así ocurre hoy en día. La alienación, la insatisfacción continuada fabricada por el consumismo y la pérdida de noción de realidad alentada por lo virtual nos sitúan en una muerte en vida. La Brigada Poética se propone desmontar esas dinámicas, desobedecer esas lógicas y esas inercias impulsándonos con poesía. 



 P. Además del autor eres también su editor, pues Asociación Umbrales, la editora, es también obra tuya; ¿qué es exactamente Asociación Umbrales, o qué pretende ser, y por qué y con qué intención te has embarcado en esta aventura?

R. Umbrales ha surgido de dos líneas. Por un lado, personalmente llevo mucho tiempo barruntando la idea de montar una editorial para poesía y microrrelato sin pretensiones comerciales, aunque constantemente lo he ido posponiendo. Por otra parte, existía el deseo individual de sacar un material que ya me pesaba, que sentía la necesidad de hacer público, el ciclo de la Brigada Poética, y que fue aprobado en su día, incluso planificado, por dos editoriales pero que, al tiempo, descartaron el proyecto por su situación económica particular. En ese sentido, me preocupaba mucho no contar con un filtro de editor para la obra, pues estimo fundamental una valoración de una persona externa con criterio. Sin embargo, el haber contado con la aprobación en esas dos editoriales, e, incluso, el de otra editorial más que en el proceso de construcción de Umbrales decidió que quería publicar el libro, sí me ofrecía garantías para considerar que el material había superado esa criba. Así, pues, se creó la Asociación Umbrales, entidad sin ánimo de lucro, que es quien da la cobertura al proyecto editorial. La intención también era dejar preparadas las bases para poder desarrollar distintos tipos de actividades que tenemos en mente además de la propia editorial (jornadas, talleres, intervención sociocultural, etc.) Como proyecto editorial, Umbrales pretende compartir y dar a conocer literatura inquieta, en cierto modo incómoda (en cuanto a que rehúya ser acomodaticia), que busque hacernos conscientes de nuestra realidad y observarla de manera diferente a la habitual. Además de Peripecias de la Brigada Poética..., hemos publicado The Death Del Oso (antología poética de un inexistente), del estadounidense Zakary Paine. Este poeta, que vive buena parte de su tiempo aquí, escribe en castellano pero incorpora, en una convivencia creo que muy original, su inglés materno en los mismos versos, alternando su expresión en un ejercicio estimulante y visceral, por cuanto de solución a la necesidad de expresión supone. Además, suma un registro más propio de la poesía latinoamericana (que él bien conoce al haber traducido a varios de sus poetas al inglés) que de la española. Aporta así versos callejeros, de referentes cercanos, frescos, de cuidada sencillez, también de juguetona experimentación, que celebran la vida, el amor, la alegría, la complicidad y la belleza que nace en las grietas del asfalto. Se trata de una poesía muy interesante, radicalmente antiautoritaria, que denuncia la incomunicación y el poder del dinero y de la guerra.

En principio, queremos trabajar con poesía y microrrelato, pero no descartamos el relato y el ensayo. También, nos interesa mucho la literatura en otras lenguas, debido a su capacidad para servirnos de llave a otras sociedades, para mostrar otras formas de pensar y de estructurar el mundo y las relaciones humanas. Pero vamos caminando despacito. Realmente, el ritmo de ventas nos va a determinar la cantidad de publicaciones al año, pero nunca serán más de tres o cuatro, en el mejor de los casos. Así se puede trabajar y cuidar bien cada libro y a cada autora y autor, no sólo en el proceso de producción sino en el de difusión.

Por otro parte, Umbrales apuesta por material publicado bajo licencias Creative Commons (reconocimiento-no comercial-compartir igual). Conscientes de que el consumo es una forma de incidir en la sociedad, de que comprar un determinado producto de una empresa concreta en un establecimiento específico resulta favorecer (o evitar consolidar, si se rehúye) las prácticas comerciales de todos ellos, Umbrales apostamos por apoyar y apoyarnos en librerías concretas cuya filosofía cultural y de transformación consideramos especialmente relevante. En ese sentido, los libros de Umbrales pueden encontrarse en espacios que, antes que proporcionarles la mejor visibilidad posible en librerías especializadas o prestigiosas, resulten coherentes al respecto. El criterio político y cultural prima sobre el comercial. En la web se puede consultar el listado. De igual modo, consideramos que se debe buscar un reparto más justo de los beneficios con la autora y el autor, dado que, especialmente en poesía, en buena medida es el trabajo de difusión que llevan a cabo ella y él quien consigue colocar el libro. Así, lo acordado es que primeramente se cubran los gastos de la edición y, a continuación, en cuanto se generen beneficios, se repartan un 50% para la asociación (que invierte en un siguiente libro) y un 50% para la autora y el autor. Finalmente, estamos atendiendo mucho al libro como objeto. Además de cuidar los diseños y el soporte, priorizamos de manera absoluta el emplear un papel lo más social y ecológicamente sostenible.
 



 P. ¿Qué futuro prevés para el libro de poesía y cuáles serían, en tu opinión, las claves de su supervivencia?

R. Pienso que lo importante sería preocuparse por la supervivencia de la poesía, antes que del libro de poesía en concreto. En cualquier caso, opino que ninguno de los dos corre peligro. Las innovaciones técnicas (difusión en blogs o revistas culturales digitales que pueden ser leídas en todo el mundo -algo realmente útil para América Latina y España-) no opino que sean incompatibles con el libro en papel de poesía. Incluido el libro electrónico. Sin duda, este lo que exigirá es que las ediciones en papel se cuiden más, y provocará la desaparición del libro físico de consumo (o más bien ya está provocando, viendo el descenso de ventas hoy en día existente de libro de bolsillo). Así, pienso que es fundamental que las poetas y los poetas trabajen el recital; la comunicación de su poesía. Puede ser un buen método para incrementar el número de lectoras/es. Personalmente, no creo que sea cuestión de montar un “show”, sino de potenciar las posibilidades expresivas del recitado sin impostar, sin actuar, sin crear un personaje que es quien declama. La poderosa tradición oral mundial nos puede enseñar mucho. En concreto, las/os poetas del mundo árabe y de América Latina. De hecho, recitar para un público lector que no entiende tu lengua pero que sí puede sentir la intensidad o el sentimiento que quieres comunicar es una buena prueba de fuego. En ese sentido, creo que deberíamos intentar asemejar el recital al concepto de concierto de música o de obra de teatro. Es decir, que la gente abone una entrada para ver un recital. Y una posibilidad, por ejemplo, pudiera ser que con esa entrada se regalara el libro. Creo que si conseguimos que los recitales de poesía (que frente a las presentaciones de novelas constituyen un acto cultural en sí mismo, no son sólo una excusa comercial) sean actos atractivos y potentes, más allá de para las/os propias/os poetas y las lectoras/es acérrimas/os, la poesía puede fortalecerse y también la cultura de los pueblos. Claro que es cuestión también de habituar al público a esa dinámica, pero principalmente lo que se requiere es un cambio de actitud en las/os poetas. No debemos olvidar esa faceta juglaresca de la poesía. Hay personas que consideran que determinada poesía, más recogida o más meditativa, puede parecer, a priori, incompatible con este planteamiento, pero bien es cierto que puede aportarse, por ejemplo, un apoyo musical, un violín o un chelo. Ya se han generado algunas experiencias en ese sentido, y, sinceramente, pienso que es una vía muy interesante, con muchas posibilidades, que debemos explorar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario